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10/4/2025

Ferzan Özpetek: "Contar el mundo de las mujeres fue complicado"

El director de origen turco -naturalizado italiano- convocó a dieciocho actrices con las que había trabajado antes, para un film que incluye ficción dentro de la ficción. "Es un homenaje al cine y a una parte de mi vida", afirma el cineasta.

Özpetek aparece en cámara por primera vez en una película propia.
Özpetek aparece en cámara por primera vez en una película propia.


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Su película "Diamanti" abre la Semana de Cine Italiano

Ferzan Özpetek: "Contar el mundo de las mujeres fue complicado"

El director de origen turco -naturalizado italiano- convocó a dieciocho actrices con las que había trabajado antes, para un film que incluye ficción dentro de la ficción. "Es un homenaje al cine y a una parte de mi vida", afirma el cineasta.

La película de apertura de la Semana de Cine Italiano en Cinépolis Recoleta es Diamanti, del realizador de origen turco Ferzan Özpetek, naturalizado italiano (ver nota aparte). La nueva producción de Özpetek empieza con un director que convoca a sus actrices favoritas, con las que ha trabajado y a las que ha amado. Quiere hacer una película sobre mujeres, pero no revela gran cosa: las observa, toma ejemplos, se inspira, hasta que su imaginación las catapulta a otra época, a un pasado en el que el ruido de las máquinas de coser llena un lugar de trabajo dirigido y poblado por mujeres, en el que los hombres tienen pequeños papeles marginales y el cine puede contarse desde otro punto de vista: el del vestuario.

La película arranca con la escena de la convocatoria que transcurre en los tiempos actuales, donde el grupo de mujeres reunidas alrededor de una decorada mesa está compuesto por actrices famosas que trabajaron en largometrajes anteriores de Özpetek: Luisa Ranieri, Jasmine Trinca, Nicole Grimaudo, Paola Minaccioni, Elena Sofia Ricci, Lunetta Savino, Aurora Giovinazzo, Milena Vukotic, Carla Signoris, Anna Ferzetti y Loredana Cannata, a las que se suman las nuevas incorporaciones: Vanessa Scalera, Geppi Cucciari, Milena Mancini, Sara Bosi y Mara Venier, entre otras. Fueron convocadas por el propio Özpetek (que aparece en cámara por primera vez en una película propia), quien les comenta su interés por un nuevo proyecto con ellas.

"Desde hacía tiempo que quería hacer una película con mis actrices, las actrices con las que había trabajado en las películas anteriores, pero trabajar con actrices es muy distinto a trabajar con actores. Tengo otro tipo de intensidad en la relación con ellas. Esta película me dio la ocasión. Era muy difícil de escribir sobre el papel, pero también en lo práctico, en la acción. La dificultad fue que yo quería trabajar con dieciocho actrices. Nada más y nada menos", cuenta Özpetek, invitado a Buenos Aires para participar del ciclo de cine. "Me llegó esta propuesta de un nuevo productor y cuando le dije que quería trabajar con dieciocho actrices se sorprendió, pero me dijo que no había ningún problema. Sin embargo, era muy difícil en la idea y también en lo concreto", agrega el cineasta sobre el origen de Diamanti (que podrá verse, además de este jueves a las 19, el viernes 11 a las 19, el domingo 13 a las 14, en el marco de la Semana de Cine Italiano, mientras que el 24 de abril se estrenará comercialmente en la Argentina). 

Luego de la escena de arranque, la historia ficcional se traslada a la Roma de los '70, donde hay un distinguido taller de costura, comandadado por dos hermanas. Las protagonistas reciben una propuesta para una importante película ambientada en el siglo XVIII, en la que la diseñadora de vestuario (Vanessa Scalera) es ganadora de un Oscar, y el director (Stefano Accorsi) es tremendamente exigente. Así, las costureras se ponen a trabajar a mil revoluciones por minuto para llegar a tiempo con lo que se necesita. Y nacerán rivalidades.

"Contar el mundo de las mujeres con las mujeres fue complicado porque normalmente mis películas (once de las quince que hice) tratan de relaciones entre dos personas del mismo sexo. Fue difícil porque algunas estaban ocupadas y tuve que reemplazarlas por otras, pero al ser dieciocho, salían dieciocho autos a buscarlas, dieciocho asistentes, tenían dieciocho maquilladoras. O sea que era un set lleno de personas. Parecía difícil, pero después no hubo ningún tipo de problema entre todas ellas", comenta Özpetek. "Como suelo hacer películas de las relaciones de dos personas del mismo sexo, hace seis años, una periodista me preguntó por qué. Y yo, justamente, no pongo esas relaciones en mis películas: son los otros que las quitan. Esta fue mi respuesta, que después se volvió una frase famosa", cuenta el director. Hablando con Pedro Almodóvar sobre los temas que tratan en sus películas, ambos directores coincidieron en que el mundo gay "es un mundo muy humano y muy cercano al de las mujeres", recuerda Özpetek. "Diamanti es el film más visto, el más amado y ha traído un nuevo público", confiesa entusiasmado y esperando ansioso la repercusión en la Argentina. 

-Un año después de Nuovo Olimpo, una película que rindió un gran homenaje el cine, realizó Diamanti. ¿Esta película es un homenaje a las mujeres?

-Las dos películas son, en definitiva, un homenaje al cine y a una parte de mi vida. En Nuovo Olimpo era a mi juventud, cuando  iba siempre al cine y veía tres películas seguidas. Iba por la tarde, me encontraba con alguien, y después a la noche salía con una novia. Por lo tanto, fue un período de descubrimiento para mí. En cambio, Diamanti es una parte de mi juventud, pero como asistente de dirección o cuando acompañaba a las actrices para las pruebas de vestuario. Y en los talleres, en las sastrerías teatrales encontraba algunos Premios Oscar, o las mismas modistas, que se ocupaban de tantos detalles. Esta es la segunda fase de mi carrera porque justamente toco en mis películas argumentos que tienen que ver con mi vida, pero desde otro ángulo. Mientras filmaba, me di cuenta de lo importante que fueron esos días en que trabajé como ayudante de los directores. Capaz que simplemente llevaba el café, pero cuando acompañaba a las actrices a la sastrería teatral me encontraba con una Catherine Deneuve y tenía ganas de desaparecer y, al mismo tiempo, de admirarla. Lo más importante fue ver también a los grandes vestuaristas que estaban muy atentos a cada detalle, a las luces. Y eso fue lo que después traté de recuperar haciendo películas.

-¿Cómo vivió usted el glamour de la Roma de los '70, donde está anclada su ficción?

-Viví maravillosamente los años '70. El mundo era otra cosa. Yo era muy joven, me mantenían mis padres. Trabajé en una Academia de moda, pero por unos meses. No quería entrar al mundo de la moda, quería entrar al mundo del cine. Entonces, entré a la Academia de Arte Dramático Silvio d'Amico. A través de esta academia, conocí a Julian Beck. Ahí empezamos a hacer teatro en la calle. Y Julian Beck me enseñó a cómo involucrar como actores a personas que no eran actores. Después tuve que inscribirme en la universidad porque mi padre me dijo "¿Qué estás haciendo a tu edad?" y me cortó los víveres. Empecé a buscar trabajo de ayudante durante las filmaciones para poder llegar a ser asistente de dirección. Massimo Troisi me contrató como asistente voluntario y así hice mi carrera como asistente de dirección durante dieciséis años, hasta que pude hacer mi primera película, El baño turco. Muchas veces me pregunto qué es lo inolvidable de esos años: ¿son esos años en sí o es mi juventud lo que es inolvidable? (risas).

-¿El punto de partida de Diamanti es autobiográfico?

-Sí, en general trabajo como se ve en el film: reúno a los actores, leemos juntos el guión. Cuando ellos lo leen, yo tomo notas, y después reescribo con la lectura de los actores todo el guión, porque los actores son como animales con un sexto sentido y siempre me han ayudado mucho. Entonces, pensaba siempre en elegir a un actor para que hiciera la parte del director. Y Mina me dijo que tenía que hacer yo de mí mismo porque justamente iban a aparecer actrices con sus propios nombres y, entonces, para hacer de director, yo tenía que hacer de mí mismo. Si bien hice stand up, me da mucha vergüenza, pero me atreví a hacerlo y salió muy bien.

-En la ficción, cuando la historia se traslada a un taller de costura en 1974, las protagonistas reciben una importante propuesta para una película ambientada en el siglo XVIIII, y el director, interpretado por Stefano Accorsi, es extremadamente exigente. ¿Esa exigencia es común en cualquier director?

-No, pero me divierte mucho ver directores que entran en pánico por tener que enfrentar una película. Después, pude reflexionar por qué es agresivo y neurótico ¿Es realmente el director agresivo y neurótico, o es agresivo y neurótico porque tiene miedo? Y el miedo produce esa actitud. No es porque quiera maltratar a las personas. En la película, el rol de este director lo hace Stefano Accorsi, a quien le dije: "Vas a hacer un rol de director histérico". Pero es la vestuarista la que le dice: "Lo que te pasa es que tenés miedo de hacer esta película". Entonces, muchas veces, esta especie de neurosis tiene más que ver con ser exigente consigo mismo que con los demás.  

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Fuente: https://www.pagina12.com.ar/816977-ferzan-ozpetek-contar-el-mundo-de-las-mujeres-fue-complicado